Ayer hablando con el colega Barthé me hizo una crítica constructiva sobre el blog, que ultimamente estaba muy centrado en el tema político español, y creo que tiene razón. Me había prometido a mi mismo que ese sería un tema que tocaría poco, pero las circunstancias se han desbordado por sí solas. Reflexionanado sobre esto, recordé que no había tocado para nada el tema de ejecución de Saddam, por ejemplo. Así que me me voy a reconducir un poco e intentaré meter algo más de variedad.
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1 comentarios:
Lo primero, decir que nadie puede acusarme a mí de no haber criticado por activa y por pasiva la invasión de Irak por parte de EEUU, y además pienso que la ejecución de Sadam fue manejada de forma chapucera, tanto en la práctica (¿la horca? ¿que era, un genocida o un cuatrero?) como en la forma en que se ha llevado la noticia al público (como nos descuidemos sacan un DVD de la versión extendida de la ejecución).
Pero... ¿de verdad pensais que no se lo merecía? En general no estoy a favor de la pena de muerte, no porque sea inhumana, sinó porque hay delincuentes que todavía se podrían rehabilitar, otros que en realidad son inocentes, y otros que lo que han hecho es tan horrible que se merecen pasarse 100 años en la prisión más desagradable que exista y la muerte es una salida demasiado fácil.
Pero hay casos que creo que es necesario aplicarla, y uno de ellos es cuando alguien ha estado 20 años dedicándose a masacrar a todo aquel que le molestaba o le podía hacer sombra. Y la mayoría de mandatarios totalitarios acaban entrando en ese saco...
Ahora puede ser un martir, aunque creo que no durará mucho, porque siempre hay alguien que tomará su relevo como adalid de "la lucha contra el Satan Occidental" (las comillas son irónicas) y le molestará que su recuerdo le haga sombra, pero si lo hubieran declarado culpable, luego lo hubieran tenido en prisión unos añitos y luego al salir, a vivir de las cuentas Suizas.
Saludos, el Otro Anónimo
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